La Madre Laura motivó a las hermanas a recoger objetos que dieran referencia de la identidad y del valor de las culturas indígenas. Gracias a eso, hoy se cuenta con salas etnográficas y arqueológicas, temporal y permanentes donde se pueden conocer elementos de un buen número de culturas indígenas, africanas y afroamericanas que la Congregación, a lo largo de su historia, ha acompañado.